sábado, enero 14, 2006

Luis Carrión: contra el Pacto, por la democracia y el progreso del pueblo, por el rescate del sandinismo



1) "¿Qué sintió al ver la foto de Daniel Ortega firmando el pacto con Arnoldo Alemán?

Me sentí igual que muchísima gente: en el mejor de los casos, confundido, y en el peor de los casos, traicionado. Es difícil entender cómo alguien puede hacer ese pacto con alguien que está preso por corrupción, y además tomarse esa foto para restregársela a todo el mundo. A algunos esa foto los ha confundido y a otros les ha provocado un rechazo total.




¿Cuál cree que sea el final del pacto Ortega-Alemán?

No podría decirlo, no sé cuál es su lógica. También he aprendido que hacer profecías en Nicaragua es un oficio muy arriesgado. En todo caso, creo que los ciudadanos debemos evitar que estos pactos se consoliden.

En su opinión, ¿por qué se disolvió la Dirección Nacional de los 80?

Creo que la Dirección perteneció a un momento histórico. Cumplió un papel fundamental en los años 80, pero perdió su sentido en los 90.

Ahora los dirigentes del Frente están entronizados en puestos y creen que su posición es un derecho de propiedad y no un servicio a la causa de su partido o del país. Ese anacronismo pertenece a un pensamiento antidemocrático. Estoy convencido de que es responsabilidad de todos los partidos, no sólo del Frente Sandinista, el promover el surgimiento de los nuevos dirigentes. La diversificación de liderazgo fortalece la democracia en el país y a los propios partidos.

Creo que el intento de aplastar los liderazgos emergentes, que está ocurriendo tanto en el Partido Liberal Constitucionalista como en el FSLN, es contrario a los intereses que representan esos partidos".

Luis Carrión. «Aplastar los liderazgos emergentes es un anacronismo». Revista 7 días On line. Edición 455, del 07 al 14 de febrero del 2005.


2) "Aquí hay un problema político que afecta no sólo al Frente Sandinista sino que afecta a Nicaragua. Nuestro objetivo es, por una parte impedir la consolidación de un modelo de control total de las instituciones a través del pacto entre Ortega y Alemán, y crear espacios democráticos como una condición indispensable para poder hacerle frente a los grandes problemas que enfrenta el país; la pobreza, la ignorancia creciente. En este contexto y esta situación de control abusivo de las instituciones por parte de los pactistas, no es posible hacerle frente a los grades problemas nacionales y, por otra parte, poder rescatar las esencias del sandinismo".

Luis Carrión Cruz. «No todos los que van a la Plaza son danielistas». La Prensa, 19 de julio de 2005.